Para que tú me sientas allí lejana donde estás
debo estirar mi vos hacia un ocaso.
Debo esperar que el sol forme horizontes
y escribir en la playa mis palabras.
y miro mis palabras bañadas por la espuma perderse en la resaca.
y miro el horizonte más lejos todavía.
Para que tú me oigas le digo al viento te busque en el ocaso
para que lleve mi voz y en ecos suaves le dejes escuchar las melodías.
Y miro el viento perderse en lejanías
y mi voz regresa muda, callando en el fracaso.
Para que tú me sientas allí lejana donde estás
debo desear se paralice el universo y mi voz en el eco del vacío,
llegará hasta ti como un silvido.
Y miro el universo expandiendo más los infinitos
y mi voz regresando sin sentido
Que debo hacer mi Dios para que escuche
esa ausencia de amor con que me hiere,
Y miro a Dios achicando las distancias
en una tarde triste en que ella muere.
Que mi beso busque su alma.
miércoles, 30 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)